ese es mi fondo solarizado, y yo viendote, todavía tengo problemas con el gris medio
:::: flash:
Corre lo más rápido que cree poder, pero al parecer no avanza mucho, los perseguidores están cada vez más cerca, le repugna la idea de esas manos babosas desintegrándose al rozar su cuerpo, sigue corriendo, una mano alcanza a agarrar la tirita que ajustaba el vestido al cuerpo, la arranca y se suelta, sigue corriendo y ahora es tan rápido que con un leve impulso empieza a volar, está tranquila, se ha elevado unos tres metros y divisa a los monstruos como observan atónitos su despegue, se cree aliviada y súbitamente después de haberse elevado un poco más empieza a caer, pierde el control… y sudando despierta agitada, confundida por ese extraño mundo onírico que la acoge las pocas veces que logra conciliar el sueño, se sorprende además cubierta de pies a cabeza¬ como queriendo esconderse de eso que la atormenta en pesadillas.
Todo se ha tornado para ella en días grises un poco rotos desde que no hay una boca que sople el humo que calma el tedio de sus días, rutinarias secuencias; el anochecer debe tener olor a whisky y madera húmeda, mientras que al amanecer lluvioso le gusta recibirlo mientras canta Comfortably Numb, dibujando en la vidriera empañada, unas cinco páginas del libro de la semana mientras está en el colectivo, luego desconexión por unas seis horas. Ahora sale del trabajo sumida en la desidia cotidiana de la gran ciudad caminando horas sin rumbo por calles solitarias mientras la niebla empieza a subir, se acerca para doblar la esquina que lleva a casa y la sorprende cortante uno de los perseguidores, al que por cierto recuerda del encuentro anterior porque era de los que se desmembraban al caminar, da vuelta y empieza a correr y ya ni siquiera regresa a ver atrás, no sabe por qué no puede enfrentarlos, lo único que hacen es alejarla cada vez más a espacios desconocidos, ella sigue de frente y el entorno cambia lenta, casi imperceptiblemente, de pronto se vio transitando en un lugar púrpura-mental, sin principio ni final, entonces ya no esta segura de seguir avanzando y entra en pánico porque no existen límites ni sombras que le permitan refugiarse en la infinidad del negro.
En el arrebato histérico –casi lisérgico- de saberse en la nada recuerda que no podrá más morder pequeños pedazos en el tiempo, ahora ella ya no puede correr sino hay a donde, pensamientos inconexos la atraviesan y no puede más que hundirse en un grito profundo hasta el cansancio esperando en algún momento despertar, más bien esperando que su ahora termine también como un sueño.
*en realidad se llama delirio onírico.. solo quise inventarme algo gracioso.. es un cuento que escribí para una materia de la facultad... :P
¿un cuento o una crónica de un ser errante que conocemos?
ResponderEliminarHoy ella también agritado en sus adentros, otro de los monstruos le ha arrebatado una simple sonrisa y le hizo perder su caleidoscopio, tan lenta subida en un deslizante temporal se ha tapado los ojos-el rostro por completo para no desbaratarse pero las luces amarillas y rojas (de los semáforos que el deslizante temporal ignora) le dicen que todavía no ha despegado y que le espera lo peor.
Ahora sigue corriendo, no queda otra, círculos concéntricos o periferias amorfas no importan sólo continúa.
desbordes
no me mates, para verte no necesito caleidoscopios ni telescopios. En serio me miras. Intentaré no correr mucho porque me estoy agotando
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